Alquilé un coche diésel con RentalPlus Rivas a través de su web. Por ser diésel pagué un extra adicional.
Al recoger el coche, la empleada que nos atendió nos confirmó que se nos iba a entregar un coche DIÉSEL. Esto lo repitió dos veces, antes de pagar, y en la entrega de llaves, tras firmar el contrato (nº contrato: RP/2023/37701).
En los conceptos a pagar del contrato, aparecía una línea específica para el plus de diésel, con el texto descriptivo «Diésel». En este punto, nosotros estábamos convencidos de que nos llevábamos un diésel, claro.
Al poco de iniciar el viaje tuvimos que repostar, y por supuesto repostamos diésel. Nos extrañó que la manguera no entrara holgadamente, pero como no tenemos coche desde hace años pensamos que era un mecanismo para aislar la boca y evitar derrames.
Al empezar a conducir el motor empezó a hacer extraños, y paramos de inmediato. Sospechamos que podía ser un problema con el combustible, así que revisamos el contrato. Allí vimos que, además del concepto «Diésel», existía una casilla donde ponía «Tipo de combustible: gasolina», es decir, el contrato contenía una ambigüedad clara. Además, se había vulnerado un derecho como consumidores al no indicarnos que no se nos podía entregar el vehículo con una característica que habíamos pedido de forma expresa y por la que habíamos pagado, y por si quizás no queríamos aceptar un combustible diferente al que pedimos. No solo eso, sino que se nos llevó a error, pensando que llevábamos un diésel, con nefastas consecuencias para nuestro viaje, que nos vimos obligados a cancelar, con el consiguiente impacto económico y emocional (la aseguradora solo podía devolvernos a casa, y era domingo, con el concesionario cerrado).
El lunes a primera hora fuimos al concesionario. La empleada que nos atendió en la recogida nos pidió disculpas por el error, y nos pasó a la encargada. La encargada, desde el primer momento, solo trató de hacernos responsables del error, un error que nunca habría ocurrido si en primera instancia el concesionario hubiera hecho su trabajo correctamente, y no fue capaz de tranquilizarnos diciendo que no seríamos responsables de cualquier posible daño causado al motor. Nos dijo también que tendríamos que esperar al regreso del coche y a la revisión en taller para cerrar el contrato y devolvernos la fianza (con posibles retenciones). No nos ofreció un coche por el tiempo restante del alquiler (contratamos la modalidad Total Plus, aunque siendo honestos, no lo necesitábamos, ya no íbamos a realizar el viaje). Tampoco nos ofreció una devolución del dinero pagado (de 3 días solo disfrutamos del coche medio día), y tampoco asumió ninguna responsabilidad por el error, aunque sí dijo que «lamentaba» dicho error. Al parecer, según la encargada, el 100% de la culpa fue nuestra, ya que nosotros deberíamos habernos dado cuenta de que el contrato contenía una ambigüedad, y de que el concepto «Diésel» que pagamos no significaba que el combustible a repostar tenía que ser diésel. Por último, añadió, quizás tendríamos que pagar las consecuencias, lo cual nos generó un estrés considerable durante dos días que estuvimos a la espera del diagnóstico en el taller.
Finalmente nos llamó por teléfono de forma apresurada para comunicarnos que nos devolvía la fianza íntegra (vamos, que al parecer, no le ocurrió nada grave al motor, y solo hubo que limpiarlo, intenté preguntar qué había ocurrido y no quiso entrar en detalles). Tenía prisa por colgar sin profundizar más, pero la interrumpí preguntando qué ocurriría con el dinero que pagamos por el alquiler. Nos dijo que tendría que confirmarlo con la central, pero que seguramente no podrían devolvernos el dinero y nos dieran un bono. Hasta ahora no hemos recibido ninguna otra comunicación por su parte en casi siete días desde la última llamada, incluso después de haberle preguntado de nuevo por email, ya que nos gustaría dejar este tema cerrado y olvidarnos de lo que ocurrió.
No es en absoluto aceptable que la estrategia de la empresa en este punto sea ignorarnos, como parece que están haciendo.